miércoles, 29 de julio de 2015

Cada quien tiene su tiempo para Sanar.

A veces tenemos un familiar, amigo o un ser muy querido que está enfermo, deprimido o sin voluntad y que nosotros no encontramos la forma de ayudarle para que se motive a sanar.

Y es lógico que cuando tenemos a alguien cercano que está viviendo un proceso, bien sea de conflicto emocional, un desafío de salud o un momento de cambio, le  queremos ayudar e impulsar para que mejore.
Pero …¿qué pasa si esa persona no quiere mejorar? , ¿eso la hace mala? ¿me quiere menos por no darse cuenta del daño que me hace?  ¿se quiere menos por no asumir el daño que se puede hacer a si misma por no querer mejorar?

Nos quejamos que no pone de su parte, le reclamamos muchas veces y hasta entramos en conflicto, esa plática “ que ponga de su parte” se vuelve una letanía eterna, nos enojamos, hasta nos alejamos, pero… ¿qué tal si le damos un giro a la forma como lo estamos enfrentado?

Cada persona tiene su sistema de creencias, costumbres, miedos y de allí el refrán que dice: “cada cabeza es un mundo”.  Por lo tanto, cada quien vive sus experiencias de vida de una manera única.

Cada Alma viene a la vida a vivir su propia experiencia y esta a cargo de su propia sanación, tiene libre albedrío y muchas veces en ese “no querer mejorar” puede existir un gran aprendizaje, pero no sólo para el que esta pasando  el mal momento, sino para nosotros mismos.

Si te encuentras en esta situación con un ser querido, te invito a que le quites de primero la etiqueta de pobrecito, míralo con ojos de aceptación y no de juicio, entrégale su poder cuando le observes, le pienses y le hables y eso lo logras tan sólo aceptando y honrando que cada quien tienes su tiempo para sanar y que en su sabiduría interior, esa alma eligió  esa experiencia…y que esa misma sabiduría interior le va a mostrar el camino.

El hecho no es volverse indiferente e indolente, pero si es,  devolverle el poder que ha perdido con la situación límite que vive, cuando tu confías y siente que el Ser de esa persona tiene la gran capacidad de manejar esa experiencia, le estás ayudando de una forma maravillosa a que e empodere. 

Ofrece consejo con amor, pero no impongas ni interfieras, brinda  apoyo con amor, pero no te conviertas  en  muleta, escucha con amor pero no juzgues. Confía al 100% que esa persona puede salir de su situación. Con esta actitud vas a motivar su sanación respetando que cada quien tiene su propio tiempo para sanar y es perfecto.

Con amor y servicio.-
María Alejandra Chacón

No hay comentarios:

Publicar un comentario